domingo, 30 de mayo de 2010

La Celestina

Resumen:
Calisto se enamora locamente de Melibea, pero ella lo rechaza. Uno de los dos criados de Calisto, Sempronio, le aconseja que recurra a Celestina, una vieja alcahueta y dueña de un prostíbulo. El otro criado, Pármeno, intenta disuadir la idea de Sempronio, aunque después la aprovecha. Celestina se encuentra con Melibea y llegan a un acuerdo, si Melibea se enamora de Calisto, deberá entregarle una cadena de oro. Celestina hace un conjuro y logra enamorar a Melibea de Calisto. Celestina obtiene la cadena de oro, pero Pármeno y Sempronio quieren su parte de la cadena y ella se niega, por lo que la matan y son ajusticiados. Al enterarse de lo ocurrido, Elisa y Areúsa, que son dos prostitutas de Celestina y amantes de Pármeno y Sempronio, mandan matar a Calisto. Melibea y Calisto se encuentran por las noches a escondidas, pero una noche, mientras estaban juntos, un criado de Calisto es atacado y Calisto va a salvarle, pero desgraciadamente, resbala y muere. Melibea, desesperada, sube a una torre y salta, despidiéndose antes de sus padres.


Opinión personal:
Al principio, la película me pareció aburrida, pero a lo largo de la película me iba pareciendo más interesante. No entendí casi nada de lo que decían, ya que los personajes hablaban en español antiguo. A parte de eso, la película es muy trágica, pero bonita, y me gustó. :)

miércoles, 28 de abril de 2010

<< ¡A-u-u-u-u-hu-huu-huuu!>>.

<< ¡A-u-u-u-u-hu-huu-huuu!>>. Se escuchó en la profundidad del oscuro bosque de Snoway, en una noche de invierno.
Charlotte se despertó asustada, tiesa, como una roca. Agarró silenciosamente la manta que cubría su pálido cuerpo y se tapó la cara. - pensó aterrorizada, e intentó volver a dormir.

- ¡Buenos días, Bella durmiente!- la despertó su hermana, “la plasta”, apartando las cortinas y tirándole de la manta.

- ¡Argg... déjame en paz, plasta!- le contestó Charlotte algo agresiva mientras volvía a taparse con la manta.

- Como quieras... pero si llegas tarde, ¡será por tu culpa, y no la mía!- dijo la hermana saliendo del cuarto de Charlotte.

- << ¡Vaya, un nuevo y aburrido día más! >>- pensó Charlotte con voz gruñona, sin saber que aquel día iba a cambiarle la vida.

Era a tercera hora, y a Charlotte le tocaba Geografía e Historia con la profesora más amargada y aburrida del mundo, la Srt. Blackground. Charlotte, como siempre, estaba medio dormida en su pupitre, que estaba lleno de garabatos y dibujos góticos.
De pronto, entró el director, el Sr. Jackson. Detrás de él se encontraba un misterioso chico de unos 17 años. Tenía el pelo negro, ojos azules zafiro, la piel blanca y pálida, era muy alto y delgado.

- ¡Buenos días, chicos! Este es vuestro nuevo compañero de clase, ¡Shy Williams!- dijo el Sr. Jackson señalando al chico.

Todos se callaron. Hubo un silencio que, incluso, asustaba.

- Hola... – dijo Shy silenciosamente dirigiéndose a su nuevo sitio, justo al lado de Charlotte.

Charlotte se quedó con la boca abierta, mirándole fijamente a los ojos. Pero cuando Shy le sonrió, agachó la mirada y se hizo la desinteresada.
Al llegar a casa del instituto, Charlotte tiró su mochila en una esquina de su habitación, se tiró en la cama, encendió su iPod y se puso a escuchar a su grupo favorito “30 seconds to Mars”. No dejaba de pensar en aquel misterioso chico, y sintió una extraña necesidad de estar a su lado, de verle, de olerle... algo que nunca había sentido. Pensó que debía de estar loca o algo por el estilo.
Bajó al salón para ver la tele y distraerse un poco. Pero estaba ocupada por la hermana. Aunque a ella, le daba absolutamente igual; por lo que cogió el mando y cambió de canal.

- ¡Eh, pero qué haces! Estaba viendo Hanna Montana.- protestó la hermana.

- ¿Y?- contestó Charlotte.

- ¡Argg... te odio!- le gritó la hermana a Charlotte. Pero no le hizo ningún caso.

De repente, el programa fue interrumpido por una nueva e importante noticia. Una pareja fue asesinada brutalmente por unos feroces animales desconocidos, por lo que se prohíbe entrar en el bosque se Snoway.

Aquella noche, Charlotte soñó con él, con Shy. Soñó que se fugaron de casa, que se abrazaban... Charlotte se despertó y se extrañó que soñara aquello, ya que normalmente soñaba con que torturaba o humillaba a las pijas de su instituto. Pero tuvo unas ganas tremendas que cerrar los ojos y volverlo a soñar.

Al día siguiente, en el instituto, Charlotte estaba dibujando a una mujer loba en su pupitre.

- Que bonito.- le dijo Shy.

- ¿Te... te... te gusta?- le preguntó Charlotte tímidamente.

- Sí, mucho- le contestó Shy mientras le sonreía tiernamente.

Charlotte estaba a punto de desmayarse. Por lo que no cabía ninguna duda de que Charlotte estaba completamente enamorada de él.
Empezaron a trabajar su amistad, y Shy llegó a ser el único y mejor amigo de Charlotte. Pero duró poco, porque Shy desapareció pocos días después sin dejar rastro. Charlotte estaba deprimida, traicionada, enfadada.
Desapareció durante tres meses, hasta que en una noche, Shy llegó a la casa de Charlotte. Empezó a tirar piedritas a su ventana con tal de despertarla. Y lo consiguió.

- ¿Shy? ¿Pero qué haces aquí? ¿Por qué desapareciste de esa manera?- le preguntó Charlotte.

- He venido a buscarte, Charlotte. Quiero que vengas conmigo.- le contestó Shy tristemente.

- ¿Para qué?- le preguntó Charlotte enfadada.

- Quiero que... veas una cosa.- le contestó Shy agachando la cabeza.

- ¿El qué?- insistió Charlotte.

- Ya lo verás...- le dijo Shy.

- Está bien... ya bajo.- le dijo Charlotte después de unos segundos de silencio.

Cogió su abrigo de cuero negro y sus botas grises de goma. Bajó en silencio para no despertar a nadie. Cogió las llaves y salió cuidadosamente.

- A ver, ¿Qué es esa cosa que me quieres enseñar?-le preguntó Charlotte, pero sin obtener respuesta.

De repente, Shy la cogió en brazos y corrió hacia el interior del oscuro bosque.

- ¡Aaaaaaaaaaaaaah! ¡Suéltameee!- le ordenó Charlotte asustada.

- ¿Estás bien?- le preguntó Shy mientras la bajaba.

- ¡Oh, claro! Mejor que nunca.- le contestó enfadada mientras intentaba peinarse con las manos. - ¿Y bien?- le preguntó a Shy.

Shy, se quedó callado. La miró fijamente en los ojos, se acercó, le acarició el brazo y la besó. Charlotte estaba alucinando. <> pensó.

- Quería despedirme de ti.- le dijo Shy.

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Te vas?- le preguntó Charlotte sin enterarse de nada.

- Sí, porque...- se quedó callado. – Soy un peligro para todos.- dijo seriamente.

- ¿Pero qué dices, Shy?- le preguntó Charlotte.

- Tú no me conoces. Lo siento Charlotte.- le contestó tristemente.

- Y... ¿a dónde vas a ir?- le preguntó Charlotte.

- Al infierno. Y tú vas a llevarme ahí.- le contestó Shy mientras le entregaba un puñal que llevaba en su bolsillo. –Te quiero, Charlotte.- le confesó.

Charlotte se quedó espantada, muda. De pronto, Shy se alejó unos pasos, miró hacia la luna llena y empezó a gritar. Se estaba convirtiendo en un hombre lobo.
Charlotte estaba aterrorizada, tiesa, asustada, con las lágrimas que le corrían por la mejilla. Lo único que se le ocurrió fue correr. Y eso fue lo que hizo. Corrió todo lo que pudo. Sólo llegó a alejarse un par de metros hasta que se dio cuenta de que la bestia la perseguía. Corrió, corrió y corrió hasta que se cayó al tropezarse con una raíz que salía del suelo. Se intentó esconder detrás de un grueso árbol arrastrándose por el suelo. Escuchaba los pasos de Shy y sus escalofriantes aullidos. Charlotte, se acordó del puñal que le había dado Shy. Lo cogió y lo abrazó. <> pensó. Se levantó decidida esperando a que Shy estuviera más cerca para poder apuñalarlo. Y eso fue lo que hizo. Le apuñaló en el pecho, en el abdomen, en la pierna. Le apuñaló tantas veces que ya ni siquiera se reconocía su rostro.
Y allí, en el suelo, yacía el cuerpo mutante de Shy, totalmente ensangrentado. Charlotte empezó a llorar más que antes. Las lágrimas le salían como cataratas. Se tumbó en el suelo junto a Shy, mirando al cielo estrellado de aquella extraña, romántica, horrible e inolvidable noche de invierno.

- Se acabó con los chicos.- se dijo a sí misma.

domingo, 11 de abril de 2010

Redacción Semanal - Hollywood

Hollywood, la industria cinematográfica. La ciudad del glamour, la fama y el dinero. La ciudad donde viven las estrellas y acuden miles de personas para cumplir sus sueños y hacerse rico.
Las tres frases que dijeron las tres mujeres, expresan la cara escondida de esta maravillosa ciudad. La cara en la que sólo vales si pueden sacar provecho de tí, pero no como persona, ya que, prácticamente, no les importas nada ni a los fotógrafos, ni a los directores de cine, etc.
Muchas de las personas que no han tenido éxito acaban prostituyéndose sexualmente, actuando en películas pornográficas o trabajando en bares. Y en cambio, el pequeño porcentaje que sí lo consigue, tienen fama y dinero.
En Hollywood, el respeto queda olvidado como el alma de los famosos. Cuando un famoso muere, se graban películas sobre su vida, se hacen pósteres, camisetas y todo tipo de objetos en su memoria. Y mientras vive, sólo recibe quejas y críticas sobre su comportamiento, su ropa, sus relaciones amorosas... Y todas estas críticas hartan a los famosos, y algunos comienzan a consumir drogas, o incluso, suicidarse. Como, por ejemplo, Michael Jackson o Elvis Presley.
Las mujeres que dijeron las frases, han pasado por esto. Como Marilyn Monroe, que era una sex-symbol, y que empezó a tomar pastillas para aguantar su dura vida. Hasta que acabó muerta, pero no se sabe muy bien cómo...
Hay que tener mucho cuidado con lo que se desea, porque, a veces, los deseos pueden llegar a convertirse en pesadillas. Y que hay que valorar más los valores humanos, y no hay que compararse con los famosos.

lunes, 15 de marzo de 2010

El Conde Lucanor

Cuento II - Lo que sucedió a un hombre bueno con su hijo

El Conde Lucanor le pide consejo a su consejero, Patronio, sobre una cosa que quiere hacer, pero no sabe si hacerlo. Patronio le cuenta la historia de lo que ocurrió a un hombre bueno con su hijo. La historia va de una padre que pone a prueba a su hijo mientras se dirigen al mercado
, ya que el hijo siempre le señalaba los inconvenientes de las cosas que quería hacer su padre. Por el camino se iban cruzando con varias personas que empiezan a criticarles si su "bestia" no iba cargada, o si el padre iba caminando en vez del hijo, y en cada critica el padre le pedía su opinión, en la que su hijo le decía que aquellas personas decían la verdad. Y al final el padre acaba advirtiéndole sobre lo ocurrido. El consejo de Patronio ayudó mucho al Conde.

Cuento V - Lo que sucedió a una zorra con un cuervo que tenía un pedazo de queso en el pico


El Conde Lucanor le pide consejo a Patronio sobre un amigo que le alabarma y que le quiere engañar. Patronio le cuenta la historia sobre lo que ocurrió a un cuervo con una zorra; en la que una cuervo se encuentra un pedazo de queso y quiere comerselo tranquilamente. De repente se acerca una zorra, que le engaña diciéndole lo precioso y talentoso que es, por lo que le pide que cante, y cuando el cuervo abre el pico, el pedazo de queso cae al suelo y se lo come la zorra. El consejo le ayudó mucho al Conde, y evitó que le engañaran.

Cuento VII - Lo que sucedió a una mujer que se llamaba doña Truhana

El Conde Lucanor le habla a Patronio sobre una propuesta muy ventajosa que le había propuesto un hombre, a lo que Patronio decidió contarle la historia de Truhana; una mujer pobre que iba hacía el mercado para vender un tarro de miel que llevaba en la cabeza. Mientras de dirigía hacía el mercado, iba soñando con lo rica que sería al venderlo, pero se empezó a reír y se dió una palmada en la cabeza y el tarro se cayó al suelo, por lo que la pobre mujer empezó a lamentarse. Al Conde le agradó mucho lo que le dijo Patronio, y le fue muy bien.

Cuento VIII - Lo que sucedió a un hombre al que tenían que limpiarle el hígado

El Conde Lucanor le pide ayuda a su consejero Patronio, porque está necesitado de dinero y no sabe si vender una de sus mejores tierras, a lo que Patronio le decide contar la historia de un hombre muy enfermo. El hombre estaba muy enfermo y los médicos le dijeron que sólo le podían curar si le limpiaban el hígado. Mientras le operaban, pasó un hombre y le pidió un trozo para su gato. Al Conde le agradó mucho lo que le dijo su consejero, y le fue muy bien.

Cuento X - Lo que ocurrió a un hombre que por pobreza y falta de otro alimento comía altramuces

El Conde Lucanor le pide consejo a Patronio, porque teme llegar a ser pobre. Patronio decide contarle la historia de dos hombres que fueron muy ricos. Estos dos hombres habían sido muy ricos, pero se empobrecieron y no tenían nada para comer, pero encontraron un escudero lleno de pieles de altramuces y se lo comieron, ya que era el único alimento que encontraron. Pero lucharon tanto que acabaron siendo ricos otra vez. La historia le agradó mucho al Conde y le fue muy bien.

Cuento XII - Lo que sucedió a un gallo con una zorra - Cuento XXII - Lo que sucedió al león y al toro

El Conde le pide consejo a Patronio sobre un amigo y teme que esté en contra de él y pierda su amistad. Patronio le cuenta las historias del gallo y la zorra, y del león y el toro. El toro y el león son muy buenos amigos y juntos dominan a todos los animales. Los animales se hartaron y decideron engañarles para que se enfadaran y se pelearan. Y todo salió tal y como planearon.
Al Conde le ayudó mucho el consejo, y le fue bien.

Cuento XXIII - Lo que hacen las hormigas para mantenerse

El Conde Lucanor le habla a Patronio sobre algunos consejos que le han dado: que se relajara y disfrutara de lo rico que es. Patronio le cuenta lo que hacen las hormigas para mantenerse durante el invierno. Lo que hacen es que almacenan grano y hierbas que han encontrado. Con esto consiguen tener abundantes provisiones para el invierno.
Al Conde le agradó lo que le contó.

Cuento XXIV - Lo que sucedió a un rey que quería probar a sus tres hijos

El Conde quería averiguar cómo puede saber qué mancebos serían hombres de provecho, por lo que pidió ayuda a Patronio. Patronio le dice que es difícil saberlo con certeza, y decide contarle la historia de un rey que pone a prueba a sus tres hijos para saber a quién darle el trono cuando muera. El rey les pone a prueba sin que ellos lo sepan, dándoles algunas "misiones". Acaba concediéndole el trono a su hijo menor, por ser el más sincero.
Al Conde le ayudó el consejo.

Cuento XXVI - Lo que sucedió al árbol de la Mentira

Al Conde le harta estar en continua pelea con unos mentirosos y farsantes hombres, que le causan gran daño, así que pide consejo a Patronio sobre el asunto. Patronio decidió contarle lo que ocurrió a la Verdad y a la Mentira: Estas dos deciden vivir juntas y plantar un árbol. La Mentira engaña a la Verdad diciéndole que la mejor parte para vivir en el árbol era en las raíces, para quedarse con la mejor parte. La Mentira vivió felizmente ahí arriba, mientras que la Verdad vivió tristemente y tenía que alimentarse con las raíces. Un día pasó un fuerte viento y arrancó al árbol del suelo, ya que no tenía raíces e hirrió a la Mentira, y del hueco que quedó en el suelo, salió la Verdad.
Al Conde le agradó lo que le contó Patronio, y le fue bien.

Cuento XXXII - Lo que sucedió a un rey con los burladores que hicieron el paño

Al Conde Lucanor le han propuesto un asunto muy impotante y provechoso que debe mantener en secreto, y quiere saber la opinión de Patronio. Patronio le decide contar la historia de de un rey moro con tres pícaros granujas:
Un día llegaron tres pícaros al palacio diciéndo que podían hacer un paño que sólo podían ver los que eran auténticos hijos de su padre. El rey se lo creyó y les dejó el material necesario y un par de días para fabricar la tela. El rey mandó a varios consejeros para ver al tela, pero ellos le mintieron diciéndo que sí la veían. Nadie del palacio la veía, pero nadie se atrevía a decir la verdad. Un día el rey se fabricó un traje con la tela cabalgó a través del pueblo, y fue allí cuando se dieron cuenta de que se trataba de una trampa, gracias a que alguien se atrevió a decir que estaba desudo, pero los tres pícaros ya había huído.
Al Conde le agradó mucho el consejo, y le fue muy bien.

Cuento XXXV - Lo que sucedió a un mancebo que se casó con una muchacha muy rebelde

Un familiar del Conde se va a casar con una mujer muy violenta, y no sabe si aconsejarle que se case o no se case, por lo que pide consejo a Patronio. El consejero le cuenta la historia de un mancebo que se casa con una muchacha rebelde:
Un mancebo muy pobre decide casarse con una muchacha rica, pero rebelde, por el bien se su familia. En la noche de bodas, el mancebo le pide a un perro que le traiga agua para las manos, y como no le obedece, lo mata, y lo mismo hace con un gato y un caballo; y como no hay nadie más en la casa, se lo ordena a la chica. A la mañana siguiente, los familiares llegaron a la casa para ver si todo iba bien, y ella horrorizada les advierte de que si no se van, su marido les mataría.
Al Conde le agradó el consejo de Patronio y obró según él.

Cuento XXXVI - Lo que sucedió a un mercader que encontró a su mujer y a su hijo durmiendo juntos

El Conde está muy furioso por algo que le han contado, y Patronio le cuenta la historia de un mercader:
Un mercader fue a comprar un consejo de un sabio, que era no apurarse ni se dejara llever por la ira. El mercader se fue a tierras lejanas y regresó después de muchos años. Cuando regresó se encontró a su mujer junto a un joven al que llamaba marido. El mercader les quería matar, hasta que se acordó del consejo que le vendió el sabio. Y descubrió que ese joven era su hijo.

Cuento XLIII - Lo que sucedió al Bien con el Mal y al cuerdo con el loco

El Conde no sabe cómo portarse con sus dos vecinos, y pode consejo a Patronio. Este le cuenta dos historias, la de Bien con el Mal y la del cuerdo y el loco.
Bien y Mal:
El Bien y el Mal deciden ir a vivir juntas. Deciden compartir un ganado, plantas y una sirvienta, y el Mal quedándose casi siempre con la mejor parte. La sirvienta quedó embarazada del Mal y cuando nació el bebé, no le podía dar leche porque desde la cintura para arriba era la parte del Bien, y no le daba permiso, pero tras escuchar las suplicas del Mal, se lo permitió pero con una condición, decir una determinada frase mientras iba por el pueblo.
Cuerdo y el loco:
Un cuerdo era dueño de unos baños, y cuando venían clientes, aparecía un loco y les pegaba, por lo que ya no venía nadie. Un día el dueño fue al baño con una maza y un cubo de agua caliente. Cuando apareció el loco, le tiró el agua en la cara y le golpeó con la maza.
Este consejo le agradó mucho al Conde.




Personajes

- Cuento II : Hombre e hijo
- Cuento V : Zorra y cuervo
- Cuento VII : Truhana
- Cuento VIII : Hombre enfermo, médico y hombre
- Cuento X : los dos hombres pobres
- Cuento XII : Gallo, zorra, toro, león, caballo, oso, y los animales
- Cuento XXII : Gallo, zorra, toro, león, caballo, oso y los animales
- Cuento XXIII : Hormigas
- Cuento XXIV : Rey, hijo mayor, hijo mediano e hijo menor
- Cuento XXVI : Mentira y Verdad
- Cuento XXXII : Rey, los tres pícaros, consejeros y servidores
- Cuento XXXV : Mancebo, muchacha y los parientes
- Cuento XXXVI : Mercader, sabio, mujer e hijo
- Cuento XLIII : Bien, Mal, cuerdo y el loco




¿Cuál te ha gustado más? ¿Por qué? Actualízalo.


El cuento que más me ha gustado es el de doña Truhana, porque me gusta su moraleja: no hay que soñar tanto ni fantasear con llegar a ser la mejor, o en este caso, rica, porque esos sueños siempre pueden trocerse por una estupidez.

El cuento actualizado

Esta es la historia de Sonia, una joven de 17
años que, muy convencida, soñaba con llegar a ser una cantante de pop.
Sonia abandonó el Bachillerato y viajó a Estados Unidos, ahí participó en Factor X. Tras largas horas de espera para la audción, por fin llegó su turno. Cantó la canción de Hit me Baby one more time de Britney Spears, pero la cantó con una voz de pito y sonó tan mal, que parecía haber surgido de otro mundo. Y por supuesto, le dijeron que no.
La pobre Sonia estaba tan triste y deprimida que deseaba desaparecer o que la tragara la tierra.
Al volver a España, se hizo un módulo de peluquería, y allí es donde trabaja hoy en día.


sábado, 6 de febrero de 2010

Descripción de un famoso

Es un hombre de 29 años, blanco, alto ,aproximadamente, 1' 80, delgado, con el pelo rubio, y ojos marrones. También es muy atlético, le encanta bailar y las artes marciales. Es considerado como uno de los actores más guapos, "tremendos" y sexys de todos los tiempos.

Es un actor, productor y modelo estadounidense. Apareció o protagonizó películas como Havoc, Coach Carter, Supercross, She's the man, Step Up, G.I Joe: Rice of Cobra...
También fue bailarín con Ricky Martin en el videoclip "Ella golpea"; y modelo para marcas como Dolce y Gabbana o Emporio Armani.